La piel del párpado es la más delgada del rostro y la primera que muestra los efectos del paso del tiempo. Éstos se ven como repliegues y "bolsas", tanto en párpados superiores como en los inferiores. Estos cambios dan un aspecto de cansancio o decaimiento que en muchas ocasiones no se corresponde con la realidad.

La cirugía consiste en la resección del excedente de piel y grasa de los párpados. Pueden intervenirse los dos párpados superiores  y/o inferiores por separado o a la vez. Su recuperación es de aproximadamente 10 días. 

En algunos casos se debe de corregir la ptosis palpebral (caída del párpado) o alguna mala posición del parpado (ectrópion o entrópion) en la misma cirugía de la blefaroplastia, o en tiempos diferentes, según sea el caso de cada paciente.